TRAMO 1 EL LITORAL: ETAPA 2.1.A VARIANTE: UN RODEO POR CASAS VIÑAS , LAGUNAS Y GUADALETE... 65 kms aprox.

 


Llevamos varios kilómetros alejados de la costa. Ya decíamos que la presencia de la base militar nos obliga a dar un rodeo antes de retomar el contacto con nuestro querido litoral. Pero si apetece, en el punto donde indican las fotos, ubicado en la zona conocida como Las Negras, podemos darnos el lujo de alargar el rodeo para descubrir una zona de un valor que en caso de que nos sea desconocido, nos puede llegar a sorprender. Y en caso de que sea así, merece la pena tomarse el tiempo necesario para disfrutar y conocer cada uno de los muchos puntos de interés por los que vamos a pasar. Tal es la cantidad de puntos a destacar que igualmente podríamos dividirlo en dos jornadas igualmente disfrutables.

Una palmera, la única existente y como elemento diferenciador, como si estuviera colocada expresamente para indicar el punto donde desviarnos.

Vista viniendo desde Rota

Un hito de madera nos ayudará a identificar el punto donde tomaremos la decisión. Dicho hito marcado con una banda de color negro pertenece a la RED DE RUTAS EN BICI , nueve trazados en diferentes colores que nos guían por algunos de los principales puntos de interés de la localidad. Por desgracia parece que este tipo de señales que sólo pretenden promocionar y sensibilizar nuestro patrimonio, molesta, y están desapareciendo a manos de no sabemos quien. De hecho las que debieran aparecer en este punto han dejado de existir no hace mucho tiempo.

En este punto tomaremos dirección sur (a la derecha tal y como venimos de Rota) si queremos ir hacia la costa (descrita en otra etapa), o dirección norte (a la izquierda) para descubrir parte de la campiña antes de volver a ver el mar.

Tras poco más de 5 kilómetros en los que cruzaremos la carretera A-2001 que une El Puerto y Sanlúcar, tomaremos la Carretera del Canal en dirección Este durante un kilómetro más. En este punto desvío a la izquierda, y tras bordear los centros penitenciarios 1 y 2, cruzaremos de nuevo una carretera, en este caso la A-2078, entre Jerez y Rota. Estos kilómetros, de muy ligero ascenso nos sirven para tomar contacto con el tipo de paisaje y de terreno, la tierra albariza, y que nos va a acompañar durante gran parte del recorrido en esta etapa.

Una vez cruzada la carretera estaremos entrando en tierras del Pago de Balbaína, en la zona de las Casas Viñas. Pedalear por estas tierras, a poco que abramos las ojos, nos hará imaginar la vida que siglos atrás tuvo que existir por estos lugares, cuando el negocio del vino llego a ser lo que fue, hasta que la plaga de la filoxera se encargó de finalizar, o al menos, de reducir de manera estrepitosa su actividad económica. Bastó un fatídico viaje en barco con este "insignificante" polizón a bordo para cambiar en pocos años la economía de todas las tierras que basaron su economía en torno al vino.

Pedalear por esta Ruta de las Casas Viñas es un verdadero espectáculo, por los colores, por sus cepas, por la multitud de edificaciones, muchas de ellas en estado ruinoso, y otras, que en diferentes estados de conservación intentan subsistir en un pequeño reflejo de lo que hace años fue. En algún caso, con ingenio y mucha iniciativa, como es el caso de la Viña Bendita Locura (originalmente Viña El Carmen), manteniendo la esencia pero transformándolo en casa rural.



 Otras no han corrido tanta suerte y parecen esperar pacientemente que llegue su momento...



Tras el descenso que continúa a la viña, tomaremos el desvío a la izquierda para hacer una aproximación de "ida y vuelta" al descansadero del Gallo. Esta zona, aparentemente desolada es de un alto valor histórico  por ser uno de los varios Pozos Concejiles que el cabildo portuense construyó para un mejor abastecimiento de agua para el ganado en el siglo XVIII. También remontando la mirada muchos años más atrás, por los importantes hallazgos arqueológicos encontrados en esta zona, antigua Laguna del Gallo y en la también próxima de Pocito Chico. Como se recoge en el Museo Municipal, importantes descubrimientos de la Edad del Metal dan relevancia a este tramo, aunque por criterios de conservación volvieron a ser tapados y aparentemente se contemplan como un páramo sin más.



De vuelta y retomado el camino, el pedaleo continúa por las numerosas casas viñas existentes de manera que podríamos seguir camino a Jerez de la Frontera sin apenas percibir cambio alguna en la fisionomía del paisaje. Como decíamos líneas más arriba, algunas de las casas tuvieron que ser en su momento auténticas haciendas. Un pequeño sabor amargo y nostálgico queda al pasar por algunas de las ruinas de estas edificaciones.

Si el paseo coincide con el mes de Agosto, podrás disfrutar del auténtico espectáculo visual que supone rodar entre viñas pletóricas de color y cargadas de racimos de uvas próximos a ser vendimiados y rumbo a sus lagares correspondientes.


Una vez cruzada la carretera A-2078 y abandonada la zona de las Casas Viñas, una pista recientemente remozada (principios del año 2022) nos aproximará al complejo endorreico de El Puerto, un conjunto de varias lagunas temporales, Salada Chica y Juncosa, que son refugio y zona de paso de numerosas aves acuáticas. 



En los trabajos de remozado de dicha pista orientados a facilitar el paso a las Casa Viñas como parte de un ruta enoturística y divulgativa de dicha zona, se ha dado con restos de la sabida existente Vía Augusta que en época romana unía tierras gaditanas con la capital romana.

Tras algunos kilómetros llegaremos a pie de la Autovía del Sur A4 que une las localidades portuense y jerezana. Aunque tomaremos dirección Jerez, hemos podido contemplar desde algunos metros atrás la imagen de Las Beatillas. Si apetece, en pocos minutos puedes acercarte y contemplar dicho edificio, colindante actualmente con un parque acuático altamente frecuentado en la época estival. Aunque poco antes, al comienzo de la recta que nos ha llevado hasta dicha carretera existe una laguna temporal, que en épocas de verano nos permite atravesar por ella para llegar a dicho edificio y llegar al mismo punto de la carretera sin tener que hacer un tramo de ida y vuelta.


Las Beatillas hacienda que fue punto de encuentro de la clase VIP del siglo pasado, fue el ejemplo de la especulación inmobiliaria fuera de toda norma, y que afortunadamente tuvo sentencia judicial que obligó a demoler todo lo que de manera abusiva fue construido. 



Actualmente está en proceso de restauración y adecentamiento para el disfrute de las muchas personas que por dicha zona pasean, andando o en bici, solas o con compañía canina. Pero la vista que desde sus apenas 100 metros de altitud proporciona, lo convierten en un punto estratégico para divisar tanto la bahía de Cádiz como la campiña jerezana.

Como decíamos, tomaremos rumbo a Jerez, cruzaremos al otro lado de la carretera por el paso elevado y tras un importante descenso siguiendo el piso de la antigua carretera nacional llegaremos al Centro de Conservación de la carretera N-IV, punto de enlace con el Arroyo del Carrillo. Seguiremos el carril paralelo al dicho arroyo hasta llegar a las viejas instalaciones del Rancho de la Bola, antiguo acuartelamiento militar donde terminó la munición que no se detonó en la tragedia de Cádiz en 1947. Instalaciones que se encuentran en lamentable estado, de manera que no se recomienda el curioseo, como lo indican algunos carteles por la zona, y si se hace, con mucha precaución y asumiendo los posibles riesgos.

Naves almacén para munición
 

En las estaciones secas del año, podemos acortar este trazado con una alternativa bastante más recomendable e interesante. En el descenso que se citaba anteriormente y poco antes de la portada del Cortijo Olivar de Matajaca, justo bajo un toro de Osbore que parece avisarnos de dicho desvío, podemos tomar el desvío existente. Dicho desvío nos llevará por un núcleo de viviendas denominado Sierra San Cristóbal, hasta conectar con la conocida como Portada de las Aguas. Pasaremos por algunas de la Cuevas Cantera existentes y que tanto potencial cultural, histórico y turístico tienen.


Podemos hasta la máxima cota existente y disfrutar de una inigualable vista de la bahía y del Guadalete...



Refrescarte con el agua sobrante de Los Pocillos....

Y entrar en el término municipal jerezano como lo hacían siglos atrás...

Estamos en la amplia y extensa zona, que junto al existente al otro lado de la carretera forma parte de una antigua localización fenicia cuya relevancia es conocida para algunos pero desconocida para la gran mayoría de la población. El historiador Diego Ruiz Mata lleva años persiguiendo un ambicioso Proyecto de Parque Arqueológico que haría justicia con este valioso enclave. Aquí tienes a vista de pájaro la imagen de esta zona, enclavada en la elevación de la Sierra de San Cristóbal.

 
Pero volvamos a las cruces de las cuales solo quedan los pedestales, que pasaremos, para tras un fuerte descenso llegar a una zona que en épocas de lluvias es prácticamente inabordable. Este es el motivo de la doble opción, ambas con punto de encuentro en el puente que atraviesa el arroyo en las inmediaciones de la instalación militar.

Y tras ello, cruzaremos la carretera A-2002 que une El Puerto y Jerez por El Portal, lugar en el que nos encontramos ahora y buscaremos el carril que actualmente ocupa lo que fue la vía del tren. Este tramo ferroviario fue mejorado en su trazado en 2007, por lo que ya los habitantes de esta pedanía no volverían ver pasar más los diferentes trenes, al menos de cerca, y dicha estación de El Portal dejaría de funcionar. El edificio se conservaría a petición de sus vecinos, y a la espera se está de que todo pase a formar parte de la construcción del sendero fluvial entre Jerez y El Puerto, proyecto ambicioso de uso y disfrute del entorno del rio Guadalete, y que esperemos alguna vez lo podamos disfrutar.

Siguiendo la vía hacia El Portal llegaremos a la altura de la Venta El Pollo, famosa por sus desayunos gigantes. En este punto podríamos continuar en dirección a la Cartuja (etapa pendiente de describir y enlazar) y de esta manera conectar directamente con el tramo 3 de la ruta, o bien continuar con nuestro rodeo por El Puerto para conectar de nuevo con el tramo litoral. En este caso tomaremos el sendero elevado que va paralelo al Guadalete para disfrutar al menos por algunos metros del curso del río hasta su llegada al Azud. En este punto se recogen las aguas para riego de cultivos de este cuenca, conducido a través de un canal que en en esta jornada se nos habrá cruzado en alguna que otra ocasión.

Recuperamos de nuevo el recorrido antiguo de la vía para pasar por debajo del puente elevado que conduce precisamente el nuevo trazado  del ferrocarril hacia Jerez. Justo en ese punto y si nos desviamos ligeramente a la izquierda, podremos asomarnos al antiguo embarcadero de uso militar y relacionado con el enclave citado anteriormente.

Y ahora sí, nos dejamos llevar por el curso del río, en un tramo importante por el camino conocido como "El Muro", construido para desecar una importante zona de marismas del margen derecho del río, y así poder "realojar" y ceder tierras a los agricultores roteños expulsados con la construcción de la base naval de Rota (citado en etapas anteriores).

Al final de la recta que supone atravesar el muro con el Guadalete a la izquierda en todo momento y casi al llegar a la autovía, nos encontraremos a un curioso personaje: Antonio "el de los cochinos vietnamitas", como es conocido por los ejemplares de dicha especie que suelen andurrear por allí, lleva años emulando a un ermitaño y viviendo anclado al Guadalete como si fuera su casa.

En este punto, si quisiéramos acortar el trazado y en función de la marea podríamos aventurarnos a pasar por debajo del puente al otro lado de la carretera. Aunque parezca imposible el alto número de ciclistas que pasan por aquí, ha dejado marcado el trazado a la izquierda y con un poco de pericia se puede pasar al otro lado y llegar al Parque del Guadalete, punto de paso posterior si seguimos nuestro completo periplo portuense.

Como en este caso no es muestra intención, tomamos el desvío a la derecha que nos encontramos antes de conocer  a Antonio, rumbo al Poblado de Doña Blanca, y antes de entrar en él, tomamos la rotonda en dirección a la Carretera de El Portal. En la pendiente que habrá que superar antes de llegar a la carretera, no olvides echar un vistazo a la izquierda para ver una línea de estructuras de piedra en forma de pequeñas casetas, y que ahora comentaremos a qué responden.

Cuando tomamos contacto con ella a pocos metros a la derecha tenemos dos elementos a destacar: Las antiguas instalaciones de la empresa de aguas del Puerto, APEMSA, próximo al manantial de aguas de La Piedad. Este manantial de agua tuvo un papel destacado e histórico, materializado en los canales de agua que unieron este punto con el centro de la ciudad a 5 kms aproximadamente. Canales que pueden constatarse a través de los registros o "cauchiles" que en esta zona se pudieron observar en la pendiente anterior.

Y a pocos metros el enclave arqueologico de Doña Blanca, de una relevancia histórica sobre la que no vamos a volver a insistir.


Tomamos rumbo a El Puerto por el carril paralelo a la carretera, incómodo en algunos tramos por la abundante arena. Una vez superado el Pinar de Coig, uno de los valiosos pinares que aún restan en la zona y al cual podríamos acceder si tenemos tiempo y fuerzas.

 


Continuaremos por el otro lado de la carretera, por un sendero, estrecho y algo técnico en algunos tramos. El motivo de este extraño cambio en el trazado es el de ver las antiguas instalaciones o depósitos de agua, que traídos desde el manantial y desde la altura en la que se encuentran, distribuían el agua a la ciudad.

A continuación, y tras una sorprendente visual de la cantera a cielo abierto que nos encontraremos a la derecha...

 

Aprovechamos el nudo-rotonda del Parque Acuático para nuevamente cambiar de lado de la carretera. Paso por los restos de la antigua alcoholera, desaparecida en una explosión en 1988, y que afortunadamente hay quienes hacen lo posible por adecentarlo, al menos, estéticamente.

Tras el mal cuerpo que deja pasar por el lugar de la tragedia, paso por otro espacio que puede convertirse en otra tragedia, esta de carácter ecológico, si finalmente sigue adelante el proyecto de urbanización de este espacio tan valioso a nivel ecológico. Además, pueden observarse en esta zona algunos de los cauchiles o registros del acueducto procedente de la piedad que citábamos anteriormente.


 Y después de algún kilómetro de carril bici, pasamos de una zona amenazada a otra que ha sufrido un interesante proceso de recuperación: el Parque del Guadalete. De una antigua escombrera y vertedero ha pasado a conertirse en parque forestal. Ubicado y prácticamente unido el último tramo del Guadalete antes de tomar contacto con la urbe y repoblado entre otras formas con colaboraciones con centros escolares y asociaciones. Un espacio interesante por su evolución y ubicación, y curiosamente muy desconocido y frecuentado por los portuenses. Su mirador ofrece una panorámica única del río, salina y la ciudad.


 Saldremos del Parque por cualquiera de las salidas que tiene en el lateral que mira al río y a pocos metros nos encontramos con uno de esos lugares en los que una vez más hay que respirar para no alterarse más de la cuenta al constatar el uso, o mal uso, que se hace del dinero público. La alta inversión llevada a cabo para la construcción y regeneración de la Salina de San José, con un enfoque didáctico para comprender el funcionamiento de lo que fue una de las más importantes fuentes de riqueza no hace muchos años, ahora presenta un estado de abandono lamentable. Podemos dar el paseo y observar los diferentes espacios, aunque sea sin el recurso de los paneles explicativos y con algunos pasos imposibles por la altura que la vegetación adquiere en algunos puntos. Interesante el molino de mareas, actualmente Restaurante del reconocido Chef del Mar, Ángel León.

En este punto merece la pena salirse del recorrido, y tras pasar el paso subterráneo hacia la estación de ferrocarril dedicar unos minutos al Monasterio de La Victoria, de importante valor arquitectónico, y durante años anexo del famoso "Penal del Puerto" que tan triste y destacado papel tuvo en la guerra civil y la represión franquista.

 

En este documental se profundiza en su historia y papel en la historia reciente de la ciudad. Las esculturas ahora presentes en la zona ajardinada del exterior intentan humildemente hacer algo de justicia y reconocimiento al sufrimiento de tantas familias.

Rodamos de vuelta y buscar el río de nuevo por el paso subterráneo, dejamos el antiguo matadero, ahora rehabilitado y punto de encuentro de diferentes asociaciones. Al finalizar el puente que nos permite cruzar el Guadalete, existía un acceso a un sendero que recorría la salina de La Tapa. Un recorrido marcado por los canales de agua y esteros con los flamencos como artistas principales, pero que actualmente no se puede disfrutar por las obras que la Junta de Andalucía está llevando a cabo para habilitarlo como sendero peatonal y ciclista. Cuando esté finalizado permitirá la conexión tanto con la zona de La Isleta y Toruños, como con Puerto Real tras la construcción del puente del Empalme. Sin duda, muy atractivo... cuando esté, claro.

Rodamos el perímetro de la actual salina de uso industrial, siendo conscientes de que nuevamente estamos sobre tramos de la antigua calzada romana Via Augusta, y tras dejar a nuestra izquierda el pinar Coto de la Isleta, conectamos con el carril bici que nos llevará a la Casa de Los Toruños.

 

Sin duda un jornada muy completa, que si nos lo tomamos con la serenidad necesaria nos hará disfrutar y llevarnos una pequeña idea del rico patrimonio que tiene esta ciudad.

 

🚩TRACK DEL RECORRIDO 

🚩VARIANTE POR BARRIADA SIERRA SAN CRISTÓBAL 

 

🚴TRAMO SIGUIENTE: LOS TORUÑOS SAN FERNANDO


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