EL PUERTO DE SANTA MARÍA - TORRECERA : "HISTORIA Y VIDA EN BRAZOS DEL GUADALETE" (I)


 Si miramos atrás en los kilómetros recorridos en nuestra ruta Pedalessur, podremos recordar un primer tramo en contacto permanente con el litoral y con un perfil prácticamente llano. Muchos kilómetros después, un segundo en el que las zonas rompepiernas nos permitían cruzar la masa forestal de Los Alcornocales y el Parque de Las Cañadas. Ahora ya, en El Puerto de Santa María, nos situamos en la desembocadura del Guadalete para, abrazado a él, seguir su curso rio arriba en busca de otros lugares más interiores.

Nos situamos en su desembocadura, al otro lado del puente por el que ya pasamos en una de las etapas anteriores el primer tramo litoral. Y desde ahí emprender no solo una jornada de pedaleo, sino un viaje por el tiempo, rio arriba, con algún coqueteo que otro, en el que no separaremos de él, para poco después reencontrarnos, pero siempre abrazando a nuestro rio, el Guadalete. Serán muchos los puntos de interés, demasiada la tentación de ahondar en datos, pero que resistiremos y que solo citaremos de pasada por pura lógica de falta de espacio y tiempo. 

Antes de empezar, un vistazo a Las salinas de La Tapa, al otro lado del río, y cuyo paseo, a pie o en bici es un auténtico espectáculo para los sentidos, especialmente en las primeras o últimas horas del día.

Ya desde el mismo punto de salida podemos observar uno de los muchos molinos de mareas que dominaron años atrás y de los que también hablamos en etapas anteriores. Este en concreto,  el Molino de mareas El Caño, con más de dos siglos de historia, y en el que ahora mismo se sitúa el restaurante A Poniente, lugar de atraque de la tripulación del reconocido cocinero Angel León, conocido como "El Chef del Mar".

Junto a él el edificio del antiguo matadero, actualmente cedido a diferentes asociaciones locales en lo que debería ser una costumbre habitual como forma de mantener vivos edificios de cierto valor patrimonial y que de otra manera no corren otra suerte que la de caer en el olvido y el ostracismo.

Y desde ahí primeras pedaladas junto al río, en una recta, y el Parque del Guadalete a la izquierda, antiguo vertedero y rehabilitado como zona de ocio, gracias a un plan de reacondicionamiento en el que durante años centros escolares y diferentes colectivos y asociaciones han participado a través de sucesivas campañas de repoblación. 

En él uno de los puntos mágicos para ver la conexión entre rio y ciudad desde un ángulo diferente, el mirador del Guadalete.

Y a nuestra derecha, tramo final de la llamada "calle Larga del Guadalete", tramo "artificial", del que por su extensión no podemos hablar con detalle, pero que resume un complicado proceso histórico de años desde épocas romanas, y cuyo desenlace más significativo se llevó a cabo en 1722 con la construcción artificial de este tramo del cauce.

           (Foto tomada del artículo enlazado)

Y ya al final de dicho tramo, entre Parque y río, nos toparemos con la autovía, que podremos cruzar de dos maneras: La primera de las opciones por debajo del puente, algo más corta y "más aventurera", pero que solo será posible con marea baja y asumiendo cierto barro en los zapatos. Si no queremos sorpresas ni sustos, pequeño rodeo para tras un tramo en forma de "U" volver el mismo punto pero por el lado contrario tras pasar la carretera por el puente que pasa sobre la autovía. 

Desde ahí en línea recta y sin perder de vista el curso del río, por el conocido camino de "El Muro", llamado así por ser esta un estructura que se construyó para desecar sus marismas y permitir el obligado traslado de los agricultores a los que se les expropiaron sus tierras para la instalación de la base naval de Rota, tal y como comentábamos en alguna etapa anterior.

En este primer tramo podremos constatar la curiosa "ocupación" de Antonio el ermitaño que como su apodo indica ha hecho de ese espacio su lugar de retiro y vivienda. Todo un personaje que ofrece el saludo y una sonrisa a quienes, normalmente en bici, transitan por allí.

 

Y a lo largo de toda la recta podremos comprobar a la izquierda el Poblado de Doña Blanca, ubicación de dichos colonos, pero también lugar de historia desde muchos años atrás.

Si te apetece y no te importa hacer algún kilómetro de más, puedes buscar alguna de las salidas que te llevarán al poblado, y junto a él, visitar el Yacimiento arqueológico de Doña Blanca, enclave fenicio de indudable relevancia internacional, y que tras su visita, flota la pregunta...¿Por qué este enclave no tiene más proyección, más relevancia, más...?

En dicho tramo hacia el yacimiento también podrás contemplar unas estructuras a modo de "caseta" que no son más que cauchiles o "respiraderos" del Sistema de conducción de aguas, que en el siglo XVIII permitió llevar las valoradas aguas del manantial de La Piedad. Situado muy cerca de allí y que tras unos 5 kms de canalización subterránea permitía el suministro de agua a la ciudad de El Puerto de Santa María, e incluso el negocio con la población de la ciudad de Cádiz. Uno más de los patrimonios locales, que tristemente agoniza. Afortunadamente, desde hace unos años, el colectivo Betilo, está promoviendo una importante labor de sensibilización y denuncia que poco a poco va obteniendo resultados.

Y de vuelta al camino del muro, en poco tiempo nos estaremos aproximando a la pedanía jerezana de El Portal. Pocos metros antes, justo en el punto en el que se encuentra con la vía elevada del ferrocarril, si te desvías tan solo unos metros a la derecha, podrás descubrir el Embarcadero de La Marina, que aún permanece, a pesar de todo, y que parece ser se usaba como vía de comunicación de las instalaciones militares que, ya deshabilitadas, existían muy próximas a ese punto.

 

Desde aquí, a la vista de uno de sus meandros, y donde ya podemos comenzar a disfrutar de la paz y el sosiego que poco a poco iremos descubriendo en los repetidos encuentros que iremos teniendo con el rio.

Poco después de ese punto, nos incorporamos al antiguo trazado del ferrocarril que pasando y parando en El Portal unía Jerez y El Puerto. En este tramo podremos asomarnos al cauce del río. Justo en ese punto se encuentra el actual azud, trasladado desde barriada de La Corta ya hace años. Antigua consstrucción que podremos ver pocos kilómetros más adelante. Dicho azud permite la distribución del caudal hacia el canal de riego que desde ese punto se inicia en dirección a la zona noroeste de la provincia.

 

La nueva construcción y elevación del tramo que citábamos anteriormente, permitió liberar el paso a nivel y agilizar el paso del ferrocarril por aquí, llevando a la desaparición de dicha estación, ahora en ruinas. Pero a su vez se posibilitó la creación del espacio que liberó la vía como un nuevo lugar para paseos. Solo queda que todo el mundo lo valore y lo respete, ya que por desgracia es punto de vertidos de escombros para no pocos insensatos. Y que el bonito proyecto del paseo fluvial que hace ya tanto tiempo se comenzó a elaborar, de definitiva vez tome el impulso que se merece.

Frente a ella, con espíritu de condolencia entre ambas, resiste el edificio de la antigua azucarera, fuerte inversión que finalmente tuvo una vida muy corta, tal y como se recoge en este artículo del blog Entorno a Jerez, de los hermanos García Lázaro. Este blog, junto a sus libros del mismo nombre son  cita ineludible si se quiere conocer los detalles y entresijos históricos y ambientales de la localidad jerezana. Hay que agradecer su importante labor en la divulgación medioambiental e histórica de estos hermanos, y en esta entrada, haremos referencia a escritos suyos en varias ocasiones.

Ya al final de este tramo el antiguo trazado vuelve a cruzarse con el nuevo paso elevado del ferrocarril. Desde este punto que habrá que cruzar al otro lado de la carretera, maniobra que habrá que hacer con precaución, ya que el punto de paso se encuentra prácticamente en una curva. Tras un estrecho sendero junto a un antiguo desguace iniciamos un pequeño tramo en ascenso por la antigua cañada de Pino Solete. Este tramo, hace años también se encontraba en un estado lamentable, pero a diferencia del anterior, sí fue recuperado por la consejería de medio ambiente. Desde su tramo final podremos observar una visión de Jerez poco habitual para quienes con frecuencia acudimos desde ciudades vecinas..

No hará falta  aproximarnos a Jerez, ya que poco antes, nos desviaremos a la derecha para volver a tomar una dirección que nos permita el rencuentro con nuestro río. Pasaremos por la portada del Parque de Santa Teresa, antigua finca de recreo de una familia jerezana y adquirida en los 90 por el ayuntamiento para la creación del Centro Turístico Comarcal Bajo Guadalete.

Y ya poco después, volvemos a encontrarnos de nuevo con el Guadalete a la altura de La Corta, antigua ubicación del azud que decíamos en anteriores lineas. En este punto podremos contemplar restos de un antiguo molino de origen romano, hallazgo sin parangón alguno en el panorama de vestigios romanos encontrados en toda Europa, y que nos hace pensar en cuanta riqueza patrimonial de todo tipo disfrutados en tan pocos kilómetros pedaleados... Y si no has caído en la cuenta, recuerda tomarte el tiempo necesario para disfrutarlo. Te merecerá la pena.

Curioso y digno de contar también la ubicación de un punto de actividades iniciado recientemente por nuestro amigo Lars, un ciudadano sueco afincado en el sur desde hace años, y recientemente aterrizado en tierras jerezanas. Con un impulso y olfato emprendedor de los que pocos tienen, estrena empresa de actividades de ocio activo centradas en el  alquiler de diferentes tipos de embarcaciones para poder disfrutar del rio desde dentro. Sin duda es una experiencia que no conviene perderse.


Desde esta zona ya puede contemplarse la imagen del monasterio de La Cartuja, y lo que pide el cuerpo es seguir por la margen derecha del río hasta encontrarse con él. Sin embargo y mientras el atractivo y "utópico" proyecto de paseo fluvial no se haga realidad, lo cierto es que tendremos que volver al asfalto. Afortunadamente no es demasiada distancia, y en poco tiempo se da el encuentro a ese impresionante edificio, elemento valiosísimo de nuestro patrimonio y que como otros tantos otros espera un mejor trato. Actualmente viven en él las Hermanas de Belén. El acceso al interior no está permitido, aunque sí a sus jardines o al templo en horario de misas.

Pasada la Cartuja y tras la rotonda, tomaremos la primera salida como si fuéramos hacia Viveros Olmedo, actualmente cerrado víctima de un incendio en la zona el verano de 2022. Siguiendo el sendero que nos acerca al río, ahora sí podremos pedalear algo por su ribera. 

 
En este punto parece que se ha hecho realidad en forma de unos muy poquitos kilómetros el paseo fluvial que todos deseamos. Podremos disfrutar de un pequeño tramo, que en ida y vuelta lo podremos tomar  a modo de anticipo.

Tanto el puente como la Venta de La Cartuja tienen para dedicarle un buen rato, una buena parada, para contemplar sus arcos y estructuras y para saborear sus desayunos y/o chicharrones. Su historia lo hace algo más que un sitio para parar a desayunar.

En el nudo de carreteras que nos encontraremos en este punto, y desviándonos ligeramente unos kilómetros podemos visitar la ermita de La Ina, de origen mudéjar y recientemente restaurada. Como parte del debate histórico, parece que en esta zona, Llanos de La Ina, se sitúa el punto neurálgico de la trascendente Batalla del Guadalete.

En caso de haber optado por esta visita, desde este punto podemos seguir por la carretera en dirección a La Ina y Rajamancera, o bien volver de nuevo al nudo de carreteras en dirección a la Venta de la Cartuja.Y ya desde aquí, tramo de los que no apetecen demasiado por ser sobre asfalto, pero de mal menor, ya que al ser una vía de servicio se encuentra menos transitada, y nos permitirá llegar en poco tiempo a la Laguna de Medina

Dispone de dos pequeños tramos de sendero, en sentido contrario y no conectados entre sí, que finalizan en sendos miradores y desde los cuales podremos disfrutar de las diferentes especies de aves que estacionalmente disponen de este humedal. Si disponemos de tiempo, y haciendo honor a nuestro principio de "pedaleo tranquilo, mirada curiosa", merecerá la pena esos instantes de más.

Una vez finalizado el sendero de la laguna, seguiremos pedaleando por la Cañada Real de Lomopardo  en dirección a El Mojo, hasta cruzarnos con la Cañada del León, antigua carretera comarcal que aún conserva restos del asfalto anterior. Poco después enlazaremos con una pista-sendero que acompaña al canal del Guadalcacín 15 y que prácticamente nos llevará a Rajamancera, a poca distancia de La Ina, pedanía que ya citábamos anteriormente.

Hasta ahora el Guadalete nos ha mantenido unido a su historia, y esta ligada a la riqueza que siempre aporta el rio como eje de vida. Desde ahora podremos disfrutar de esta riqueza , pero la que sus aguas aporta a sus tierras. Cuánta tierra de labor, cuánta infraestructura ligada a la agricultura y ganadería, cuánta vida oculta y ajena a los que vivimos en la "urbe".

 

Y tras el paso por la barriada rural de Rajamancera, y pedaleando unos kilómetros de carretera comarcal, no muchos, volvemos a reencontrarnos con nuestro río, que "no olvidamos", y tras una pista llegamos a El Torno. Allí podremos saludar a la estatua de La India, detalle de un artista local con sus paisanos.

El Torno será la primera de varias pedanías, pueblos de colonización, resultantes de expropiaciones que con la reforma agraria de 1932 se llevaron a cabo en esta zona. El punto de salida de la localidad sera por La Fuentecilla.

Y tras un breve pedaleo llegaremos a un área recreativa, a orillas del Guadalete, sitio perfecto para un parada a poca distancia ya del final de nuestra primera etapa por el Guadalete.

Y en él, diferentes paneles informativos, entre ellos el citado origen colono de estos pueblos.

Y tras esta pequeña sentadita, el el último tirón hasta Torrecera, otra de las pedanías colonas, para el que tendremos que cruzar nuestro rio protagonista,y tras un pequeño rodeo, llegar al final de nuestro primer tramo por el Guadalete.

No hay que dejarse engañar por la pequeñez de estos pueblos, y en concreto de este, que reúne atractivos tan suculentos como la fábrica de magníficos quesos Montealva o la bodega Entrechuelos, que alberga en sus tierras la original Torre de Cera, de importante función vigía en tiempo andalusí.

Y aquí finaliza este primer tramo, no exactamente siguiendo el curso del río, pero si en todo momento conectado con él, con su historia, con sus tierras, con la vida que emana de él y se desparrama por completo en sus habitantes, y que solo podrás descubrir si lo haces tranquilamente, parando las veces que necesites, hablando con sus habitantes... DISFRUTANDO DEL PASEO.

Y a continuación mapa y enlaces. 


 (Incluye parte de la siguiente etapa)

 

 🚩TRACK DE RUTA EN BRAZOS DEL GUADALETE (I)

(Incluye parte de la siguiente etapa) 

🚩ENLACE A RUTA EN BRAZOS DEL GUADALETE (II)

(Aún sin elaborar)

PÁGINA DE INICIO

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRAMO 1: EL LITORAL / ETAPA 1.1: SANLÚCAR – MONTIJO (CASA GASPAR)… 35 kms aprox.

0.1. ¿QUÉ ES ESTO? PREPARANDO LA RUTA

0.3. ¿CÓMO USARLO? ELIGE TU PROPIO DESARROLLO